Para externalizar el transporte frigorífico resulta crucial contar con un outsourcing de distribución especialista en la cadena de frío

 

Transporte frigorífico y cadena de frío.

 

Cuando se habla de transporte frigorífico, viene a la mente un concepto clave, la cadena de frío. Esta hace referencia al mantenimiento del rango de temperatura requerido por la mercancía que se manipula durante todo el proceso de suministro, desde la producción hasta la entrega al usuario final.

Además, resulta crucial para garantizar la calidad y buenas condiciones de los productos, ya sean alimentos, medicamentos, vacunas, etc. La rotura de la cadena de frío puede suponer importantes pérdidas, no solo a nivel económico, sino también social y humanitario.

En este contexto, la fase del transporte se presenta como un punto crítico de la cadena de suministro. La carga y descarga de la mercancía, el tiempo de traslado, la entrega… Todas ellas son actividades muy delicadas cuando se trata de temperatura controlada.

Por eso, cuando se quiere externalizar el transporte frigorífico, resulta fundamental confiar en un operador especializado en este tipo de distribución. Entre sus cualidades, debe ser capaz de mantener la cadena de frío, garantizar la eficiencia y llevar a cabo entregas exitosas en el menor tiempo posible. Y, todo ello, en diferentes canales de distribución que presentan unas particularidades propias.

 

Canal farma y logística refrigerada.

 

La principal especificidad del transporte de artículos farmacéuticos es la necesidad de cumplir con la normativa GDP (Good Distribution Practices). Esta acredita que el traslado de los productos mantiene la seguridad y calidad de los mismos durante el servicio.

Esto implica que la empresa de transporte alinea todas sus actividades, desde el almacenamiento en instalaciones de cross docking, hasta la entrega final, con unos estándares mínimos que garantizan esa seguridad y calidad. Para ello, es necesario que la flota de vehículos cuente con rangos multitemperatura, que pueden variar entre 2ºC y 8ºC o 15ºC y 25ºC en función del tipo de producto farmacéutico transportado.

Además, se debe contar con un dispositivo termógrafo que mida y registre la temperatura interior en todo momento. De esta forma, no solo se garantiza el cumplimiento de la normativa GDP, sino que también se pueden detectar anomalías que puedan afectar a la mercancía. Esto permite actuar con rapidez y evitar la rotura de la cadena de frío de los medicamentos.
Para ello, también es necesario que los conductores de los vehículos y los repartidores tengan una formación adecuada en GDP. Así, serán conocedores de los procedimientos necesarios para llevar a cabo un reparto exitoso, tanto en términos de calidad de la mercancía como de satisfacción del usuario.

 

Canal HORECA.

 

El transporte a temperatura controlada puede requerirse también para trasladar alimentos, que pueden ser perecederos, y en los que la cadena de frío y el tiempo de desplazamiento pueden ser cruciales.

Para operar en el canal HORECA (acrónimo de hoteles, restaurantes y caterings), el outsourcing de distribución que se contrate para externalizar el transporte refrigerado de alimentos, debe tener la capacidad y los conocimientos necesarios para mantener los estándares de calidad que garanticen que la mercancía transportada mantiene sus propiedades y que es apta para su consumo.

En este sentido, se puede disponer de diferentes tipologías de vehículos: frigoríficos, isotermos, refrigerantes o caloríficos. Como en el canal farma, todos ellos también deben disponer de sensores termógrafos que controlen la temperatura. Es muy importante tener en cuenta que, en caso de rotura de la cadena de frío, los alimentos pueden resultar dañados y echarse a perder.

Además, el nivel de externalización puede implicar un reparto B2B o B2C, llevando a cabo un transporte frigorífico que entregue los alimentos directamente al cliente final. De esta forma, se debe contar con un equipo humano formado y comprometido que sepa tratar al usuario para asegurar su satisfacción.

En definitiva, el éxito del transporte a temperatura controlada radica en confiar en un buen outsourcing de distribución que tenga el expertise y el know how necesarios para manipular cualquier tipo de mercancía a temperatura controlada.

A la par que se evita la rotura de la cadena de frío, se garantiza la calidad de los productos transportados y se consigue la mayor eficiencia y rentabilidad. Además, se logra la satisfacción del consumidor al contar con un personal especializado y comprometido.

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