La aplicación de tecnología puntera en la última milla contribuye a que las empresas se posicionen como líderes en el sector
El empleo de tecnología en procesos industriales y empresariales no es algo novedoso. Pero sí lo es su aplicación a partes concretas de la cadena de suministro, como la última milla, con el objetivo de aumentar la satisfacción del cliente y, así, diferenciarse de la competencia.
Frente al gran coste que representa el last mile en el total de los costes logísticos, el desarrollo tecnológico está permitiendo que las compañías sean más competitivas gracias a la reducción de tiempos, el ahorro de costes, la optimización de las actividades y el aumento de la satisfacción y fidelización de los consumidores.
Tecnologías usadas en el last mile
Son varias las innovaciones tecnológicas que se pueden introducir en el sector del transporte y, concretamente, en la distribución de última milla, para optimizar su funcionamiento y lograr entregas más eficientes.
Big data e IA
Estas dos tecnologías, que suelen ir de la mano, favorecen un mejor uso de los datos. La gran cantidad de información que se maneja en entornos empresariales para ofrecer altos niveles de servicio, implica la necesidad de recurrir a innovaciones tecnológicas que automaticen su almacenamiento y gestión.
A través del Big Data y la inteligencia artificial se consigue un mejor control de los datos que facilitan la toma de decisiones para agilizar el last mile. Estas tecnologías permiten planificar las rutas de forma optimizada, contribuyendo al ahorro de combustible y a conseguir el mejor servicio de última milla.
Software de trazabilidad
Las posibilidades de supervisión y control que ofrecen los sistemas de seguimiento en la última milla favorecen una mejora de los niveles de servicio y, así, una mayor satisfacción del usuario. Para los consumidores, poder saber el estado de su pedido, su ubicación en tiempo real y las previsiones y estimaciones de entrega, supone un valor añadido. Los softwares de trazabilidad permiten conocer estos factores para establecer una comunicación más fluida y directa.
Además, el seguimiento del vehículo también permite una mejor gestión de las flotas, ya que se pueden modificar en tiempo real las rutas si se detectan atascos, accidentes o irregularidades que puedan afectar a los tiempos de entrega.
Vehículos asistidos y automatizados
La tecnología se está aplicando en el mundo de la automoción para desarrollar sistemas que agilicen la conducción y, así, los repartos en el last mile.
Por el momento, no se han desarrollado vehículos que sean autónomos por completo, pero sí existen diferentes niveles de automatización (podemos enlazar aquí el artículo sobre vehículos automatizados) que pueden asistir al conductor en sus rutas y trayectos, consiguiendo un last mile eficiente y rápido.
Ventajas
El uso de la tecnología proporciona grandes beneficios en cualquier sector de actividad. Para el last mile, las principales ventajas que ofrece son:
- Centralización y control de la información: introducir tecnologías que permitan unificar todos los datos en una única plataforma permite un mayor control sobre toda la operativa. Además, gracias a ello se consigue que las acciones llevadas a cabo se basen en datos concretos que fomenten su eficacia y optimización.
- Satisfacción del usuario: almacenar grandes cantidades de datos también permite conocer mejor a los consumidores, así como sus gustos y preferencias. La flexibilidad en las entregas, unida al conocimiento sobre los hábitos de consumo de los usuarios, presenta la posibilidad de ofrecer un servicio adaptado que satisfaga al usuario. De esta forma, se convierte en un gran beneficio que experimentan las empresas que integran tecnología puntera en su distribución de última milla.
- Trazabilidad y optimización de rutas: por sí misma, la posibilidad de conocer en tiempo real la posición de los vehículos de reparto, la situación del tráfico y el itinerario previsto no constituye una ventaja. Sin embargo, la recopilación y combinación de todas esas informaciones tiene como resultado optimizar las rutas, los desplazamientos y las entregas, reduciendo los costes asociados a la última milla.
En conclusión, la integración de innovaciones y avances tecnológicos en las actividades que se desarrollan en el last mile contribuye a que las empresas se posicionen como líderes en este sector, consiguiendo entregas más eficientes y rápidas.