Durante la última década, la cadena de frío farmacéutica ha puesto en marcha distintos avances para llegar a la vanguardia en el sector. Una innovación que se ha conseguido llevando los medicamentos a los pacientes y proveedores de salud de forma oportuna y a temperatura controlada.

A esto se suman la capacidad de reacción y rapidez de respuesta, para garantizar la disponibilidad de productos sanitarios y farmacéuticos. Este aspecto se ha acentuado a raíz de la pandemia del coronavirus, donde se vivió un momento frenético por la urgencia de disponer de antivíricos.

Hasta hace poco, todo el proceso de almacenaje, transporte y entrega en los puntos de venta o distribución era algo relativamente manual. Ahora, existen herramientas como los sensores, tecnología NFC y blockchain para garantizar que el proceso sigue unos protocolos adecuados y la normativa vigente. Mª Isabel Rodríguez, farmacéutica de la Unidad de Información Técnica del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) ha resaltado en el blog del propio colegio de farmacéuticos, la importancia de “tener en cuenta las condiciones ambientales y climatológicas para realizar un correcto uso, almacenaje y transporte de los medicamentos”.

Aplicación del blockchain en el sector farmacéutico

En la cadena de frío farmacéutica, la tecnología blockchain se utiliza para registrar información crucial sobre los medicamentos y vacunas -su origen, fecha de fabricación, temperatura de almacenamiento y transporte, y datos de caducidad-. Asimismo, garantiza el cumplimiento normativo en el seguimiento y localización de envíos. Esto permite una trazabilidad precisa de los productos a lo largo de la cadena de suministro, desde su fabricación hasta su distribución.

Por lo tanto, esta red se presenta como una configuración rápida y segura de que los laboratorios, farmacias, médicos y autoridades sanitarias tengan acceso al recorrido del medicamento de forma precisa y fiable.

Del mismo modo, también ayuda a prevenir la falsificación de medicamentos, un problema creciente en la industria farmacéutica. Su funcionamiento consiste en un registro en el sistema y su difusión en una red descentralizada, lo que dificulta que haya un intento de manipulación. Gracias a esto, las partes interesadas pueden verificar el estado y autenticidad de los productos en tiempo real.

Sin embargo, romper la cadena de frío tiene consecuencias catastróficas en el sector sanitario. Un almacenamiento defectuoso y en malas condiciones puede comprometer el estado de los medicamentos. Un ejemplo serían las vacunas que requieren de una temperatura específica de conservación. Si no se respetan los límites serán inservibles.

En el caso de la reciente vacuna COVID-19, uno de sus fabricantes especificó la necesidad de conservación a menos de -70º C antes de administrarla. Esto es fundamental para que reporte unos resultados óptimos. Este fabricante lleva muchos años apostando por la creación de un sistema con tecnología blockchain, para cumplir con la ley de seguridad de la cadena de suministro de medicamentos.

Conservación de vacunas gracias a esta tecnología

Como se ha dicho anteriormente, transportar ciertos productos de un lado a otro requiere de unas condiciones específicas. Un ejemplo claro son las vacunas, muchas de las cuales deben mantenerse bajo unas circunstancias de temperatura y humedad específicas, no pudiendo exceder los límites.

La distribución de vacunas, especialmente en situaciones de emergencia, ha sido fundamental, sobre todo en la pandemia de COVID-19. Por ello, la incorporación de nuevas tecnologías permite llevar un registro ininterrumpido de los productos rastreando sus movimientos. Así, se facilita la identificación de un culpable en caso de ocasionar daños en los bienes.

Un estudio que demuestra esta premisa es el difundido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 50% de las vacunas producidas en todo el mundo llegan a su destino deterioradas y sin condiciones de uso. En gran parte, por un tratamiento incorrecto en el transporte, en el almacenamiento, por condiciones ambientales o variaciones en la temperatura.

Situación actual

Hoy por hoy, la tecnología blockchain tiene un alcance virtualmente ilimitado. Dado que se trata de una herramienta bastante nueva, se necesitan ordenadores muy potentes y tiempo para que el sistema de salud se adapte. Pero se están desarrollando proyectos junto a softwares de Big Data, lo que ha supuesto una revolución en el ámbito sanitario.

De igual modo, los dispositivos inteligentes, como la tecnología de Internet de las Cosas (IoT), se están utilizando para informar automáticamente de sus propios estados en tiempo real en la cadena de suministro.

Conclusión

Estas soluciones de la cadena de suministro garantizan que los productos sensibles al tiempo y la temperatura lleguen a sus destinos de manera segura -mientras la integridad del producto se protege con un monitoreo especial (incluyendo la trazabilidad, soluciones de la cadena de frío para medicamentos biológicos y cumplimiento con las regulaciones legales)-.

La transparencia y seguridad que proporcionan estas herramientas son fundamentales para garantizar que los productos farmacéuticos lleguen a los pacientes en las mejores condiciones posibles, reduciendo riesgos y mejorando la calidad de la atención médica. A medida que estas tecnologías sigan evolucionando, se espera que continúen desempeñando un papel esencial en la logística farmacéutica del futuro.