Las modas van y vienen en la sociedad en la que vivimos, pero hay algunas que marcan ciertos sectores de manera muy profunda y que parece que se quedarán por un largo tiempo.

Conforme las industrias crecen, siendo este el caso de la logística, ya que se estima un crecimiento de un 25% para este año, ciertas costumbres evolucionan o se transforman, dando lugar a nuevos métodos para el desarrollo de la actividad.

Dentro de este ámbito, las diferentes modalidades que lo componen construyen sus propias tendencias, dando lugar a patrones que pueden vislumbrarse en la elaboración de las tareas. En el caso del transporte terrestre, son muchos los cambios que ha ido experimentando debido a los acontecimientos de los últimos años.

En un sector tan relevante para la economía mundial, cerrando 2022 con un volumen total de carga que superaba los 266.500 millones de toneladas-kilómetro tan solo en España, según Statista, es normal que surjan nuevos instrumentos para conseguir que los procesos sean más rentables y óptimos.

De esta forma, son varios los pronósticos que pueden esperarse para el traslado de mercancías por carretera de los que ya, en 2023, estamos siendo testigos y que, sin duda, definen esta parte tan crucial de la cadena de suministro.

Reducción de los costes de las compañías de transporte

El aumento en los últimos años de los precios ha hecho latente la necesidad de disminuir los gastos de las actividades que constituyen la industria. Asimismo, las dificultades que han ido surgiendo en el entorno global, muestran que deben encontrarse otras formas para conseguir la rentabilidad de los procesos.

Así, las compañías buscan cómo optimizar los costes y que las operaciones se tornen en unas más eficientes y con un impacto más positivo para el negocio y la sociedad en general.

Este reto se constituye como la clave de muchos proveedores que incluyen herramientas novedosas para lograr este objetivo y conseguir que el traslado de mercancías siga funcionando con la productividad necesaria para que no deje de crecer.

La tecnología como motor de propulsión para el transporte por carretera

La digitalización, en relación con lo anteriormente mencionado, se erige como un utensilio de gran provecho para incrementar la eficacia de las empresas. Con ella, podemos aprovechar de manera más extensa las oportunidades que el mercado brinda y reaccionar con una mayor rapidez a las incidencias y cambios que puedan producirse en el día a día.

Además, podemos mejorar la competitividad de la compañía, aumentando el valor de la misma. Con las nuevas tecnologías se pueden realizar multitud de tareas beneficiosas para el transporte, como la optimización de las rutas, la prevención de la demanda o la gestión con precisión de las flotas que se poseen.

El fin es adaptar la actividad a los nuevos paradigmas de consumo, limitando los kilómetros recorridos en vacío y aprovechando al máximo los recursos. Para ello, la inclusión de sistemas de gestión y administración serán fundamentales para innovar en el sector y conseguir la agilidad necesaria para adaptarse a las demandas de los clientes.

Aumentar la eficiencia en la última milla se vuelve prioritario

Uno de los grandes problemas de esta modalidad es la logística inversa. En 2021 el tamaño del mercado de devoluciones se valoró en 840,7 mil millones de dólares, sin contar que se prevé un aumento del 12,4% entre 2022 y 2028, según Grand View Research.

Estos datos, que abarcan gran parte de los gastos de estas empresas, reflejan el gran reto que esto supone para la industria. Este factor, junto con el crecimiento del e-commerce, urge a encontrar formas más eficaces de fomentar las labores pertenecientes a la distribución capilar.

Ambas circunstancias marcan la industria y, por ello, deben considerarse nuevos métodos para solucionar estos desafíos.

Progreso de las condiciones laborales de los conductores

Otro fenómeno de mucha importancia que debe ser atendido es el entorno profesional en el que trabajan los empleados. La manera más adecuada de acabar con la inestabilidad del sector es conseguir atajar esto para que el relevo generacional se produzca y no proliferen las incertidumbres del porvenir en este ámbito.

La ausencia de mujeres y de diversidad en los transportes afecta de forma impactante en su actividad, es por ello, que deben promoverse políticas que mitiguen estos efectos y ponga pronto remedio a la situación.

Asimismo, elementos como la falta de seguridad y las circunstancias en las que muchos transportistas operan, son factores clave para la retención y atracción del talento.

La sostenibilidad: un punto clave para el futuro del sector

Por último, la perdurabilidad de este ejercicio debe ser prioritaria para la industria. La automatización o el empleo de iniciativas que contribuyan a conseguir este objetivo son necesarias para su supervivencia.

Incluir ideas innovadoras que fomenten el uso de materiales más respetuosos con el medio ambiente es tan importante como cualquiera de las otras tendencias que se han ido mencionando.

Por ello, en un sector con una producción tan elevada de emisiones de carbono en el transcurso de las tareas que se elaboran, debe apostarse por la tecnología, la sostenibilidad y la rentabilidad. Así, podremos reforzar la cadena de suministro para que funcione de forma correcta y comprometida con la sociedad.

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