El sector del transporte de última milla se enfrenta a un 2025 lleno de desafíos y oportunidades. La evolución de los hábitos de consumo, las nuevas regulaciones medioambientales y la demanda de servicios más eficientes están redefiniendo la logística urbana, especialmente para aquellos operadores que transportan mercancías refrigeradas o con necesidades especiales de temperatura controlada.
Analizamos las principales tendencias y retos que marcarán el transporte refrigerado y de última milla en 2025.
1. Sostenibilidad y regulaciones medioambientales
Las zonas de bajas emisiones (ZBE) y la creciente presión para reducir la huella de carbono están impulsando el cambio hacia flotas de vehículos eléctricos y soluciones de transporte más ecológicas. Las empresas de transporte refrigerado deben encontrar maneras de mantener la eficiencia y el control de la temperatura mientras se adaptan a vehículos más sostenibles.
En 2025 se espera que más ciudades implementen restricciones para el transporte a combustión en el centro urbano. Esto supone una inversión en tecnologías como furgonetas eléctricas con sistemas de refrigeración energéticamente eficientes. A su vez, los operadores tendrán que optimizar rutas para minimizar los tiempos de entrega y reducir el consumo energético.
Tendencia clave: La adopción de vehículos cero emisiones y sistemas de refrigeración sostenibles.
2. Digitalización y tecnologías de seguimiento
La digitalización sigue avanzando a pasos agigantados. Para el transporte refrigerado y de última milla, la implementación de sistemas de seguimiento en tiempo real y tecnologías de IoT (Internet de las Cosas) se está convirtiendo en un estándar. Todo esto permite controlar en cada momento el estado de la carga, su temperatura y el tiempo de entrega.
Las plataformas de gestión digital también facilitan una comunicación ágil con los clientes, ofreciendo actualizaciones en tiempo real y mayor transparencia en los procesos. La integración de inteligencia artificial para optimizar rutas y predecir posibles retrasos será una tendencia dominante.
Tendencia clave: Sistemas de gestión y seguimiento digitalizados para garantizar la eficiencia y trazabilidad de las entregas.
3. Flexibilidad y adaptabilidad a los picos de demanda
El auge del comercio electrónico y las entregas inmediatas han convertido la flexibilidad en una necesidad clave para el transporte de última milla. Los operadores de transporte refrigerado deben prepararse para gestionar picos de demanda durante eventos como el Black Friday, la campaña navideña o cualquier otro periodo de ventas intensivas.
La capacidad de adaptarse rápidamente y aumentar temporalmente la capacidad de entrega será una ventaja competitiva. Las alianzas con microhubs urbanos y el uso de tecnologías para gestionar flujos logísticos ayudarán a mejorar esta flexibilidad.
Reto clave: Garantizar capacidad de adaptación sin comprometer la calidad y seguridad de las entregas refrigeradas.
4. La última milla colaborativa
Una de las tendencias más interesantes para 2025 es la logística colaborativa. La consolidación de envíos de diferentes empresas en una misma ruta o centro logístico permite optimizar los recursos y reducir costes. Esta práctica, además de ser eficiente, reduce el número de vehículos en las ciudades, lo que ayuda a cumplir con los objetivos de sostenibilidad.
En el caso del transporte refrigerado, la colaboración implica retos adicionales, como la necesidad de asegurar que todas las mercancías compartan requisitos de temperatura y manipulado. Sin embargo, soluciones tecnológicas avanzadas facilitan esta colaboración.
Tendencia clave: Plataformas colaborativas para optimizar la última milla y mejorar la eficiencia operativa.
5. Retención del talento en el sector
La escasez de conductores sigue siendo un problema crónico en el sector del transporte, y la última milla no es una excepción. En 2025, atraer y retener talento seguirá siendo una prioridad. La falta de personal cualificado afecta directamente a los tiempos de entrega y a la calidad del servicio.
Para mitigar este reto, es esencial ofrecer mejores condiciones laborales, salarios competitivos y entornos de trabajo más atractivos. La implementación de programas de formación continua y la promoción de un equilibrio saludable entre vida laboral y personal serán factores decisivos para reducir la rotación de personal.
Además, el uso de tecnología para facilitar el trabajo diario, como aplicaciones para optimizar rutas o sistemas de ayuda a la conducción, puede aumentar la satisfacción de los conductores. Empresas que inviertan en el bienestar de sus empleados y ofrezcan oportunidades de crecimiento profesional tendrán una ventaja competitiva.
Se da la paradoja de que quedan plazas sin cubrir en logística, mientras lideramos las listas de parados en la UE.
Reto clave: Crear entornos de trabajo atractivos para conductores y operarios de última milla, apostando por la formación, tecnología y bienestar.
6. Automatización y robots de reparto
La automatización está ganando terreno en la última milla, con la introducción de drones y robots de entrega autónoma. Aunque estas tecnologías aún están en fase de pruebas y adopción limitada, en 2025 podrían empezar a ser una solución real para zonas urbanas de alta densidad.
Los retos regulatorios y de infraestructura son significativos, pero el potencial de automatizar parte de las entregas es una opción que no puede ignorarse.
Tendencia clave: Exploración de soluciones automatizadas para mejorar la eficiencia de la última milla.
En conclusión, el transporte refrigerado y de última milla se enfrenta a un futuro desafiante pero prometedor. La sostenibilidad, la digitalización, la flexibilidad y la colaboración son pilares fundamentales para adaptarse a las demandas de un 2025 más exigente y complejo.
Trabajar con empresas como Transporte Inmediato es una oportunidad única para liderar esta transformación, con operativas que garanticen entregas eficientes, seguras y sostenibles.