La industria automotriz se encuentra en un momento de cambios significativos que afectarán al sector logístico en un futuro cercano. En particular, los fabricantes y empresas de distribución deben prepararse para la entrada en vigor de un conjunto de normas que impondrán requisitos muy estrictos para la puesta en circulación de nuevos camiones.
Estas nuevas regulaciones implican la obligatoriedad de un equipamiento completo de sistemas avanzados de ayuda a la conducción (ADAS) en toda la flota homologada y fabricada desde este año 2024. Todo ello para mejorar la seguridad de estos vehículos y la de los usuarios de la vía con el fin de evitar al máximo los accidentes de tráfico. El año 2023 ha cerrado con 1.145 personas fallecidas en las carreteras españolas, según la DGT.
¿En qué consiste la normativa GSR?
En julio de 2024 entrará en vigor el Reglamento General de Seguridad (GRS por sus siglas en inglés). Forma parte de la iniciativa ‘Visión Zero’ de la UE, cuyo objetivo es cero muertes y lesiones graves en las carreteras de Europa para 2050.
Se trata de un conjunto de normativas que deben cumplir todos los camiones y cabezas tractoras con una masa máxima autorizada (MMA) superior a las 3,5 toneladas que se matriculen a partir de este periodo. Además, se establecerán exenciones y requisitos obligatorios para las homologaciones que se realicen entre 2026 y 2029.
Entre las normas para los vehículos matriculados a partir de julio de 2024 se encuentran:
– La inclusión de un sistema de encendido automático de las luces de peligro en caso de una frenada de emergencia intensa. Así se alerta a otros conductores de situaciones de alta exigencia en la conducción, mejorando la visibilidad.
– La instalación de cámaras o sensores para la marcha atrás y sistemas de advertencia de puntos ciegos laterales, para evitar posibles colisiones durante maniobras complejas, por ejemplo, en el estacionamiento para la descarga de la mercancía.
– La incorporación de radares que alerten sobre la presencia de personas y objetos delante del camión mientras está en movimiento. Actuarán como una red adicional de protección, especialmente en situaciones de tráfico denso o baja visibilidad.
– La implementación de un sistema de alerta por exceso de velocidad, para evitar las colisiones por velocidades inadecuadas.
– La preinstalación de fábrica de un sistema de conexión que impida el arranque del vehículo hasta que se supere una prueba de alcoholemia. Esta medida busca evitar accidentes causados por conductores bajo los efectos del alcohol.
– La introducción de un sistema de monitorización del comportamiento del conductor, para detectar signos de falta de concentración, será un paso importante para prevenir accidentes causados por distracciones al volante.
Cabe resaltar que esta medida ha pospuesto hasta 2026 la introducción del sistema de monitorización del comportamiento del conductor que advierta de la falta de concentración al volante. Asimismo, se ha retrasado hasta 2029 el rediseño integral de las cabinas para mejorar la visibilidad y reducir los puntos ciegos entorno al vehículo.
Además, para este año se hará obligatoria la instalación de una caja negra que registra información completa sobre el movimiento del vehículo en caso de accidente.
¿Cómo impacta en la industria logística la nueva normativa para camiones?
La seguridad vial para los vehículos de transporte de mercancías es uno de los avances más importantes dentro de la nueva normativa. Las medidas ayudarán a disminuir los riesgos en las carreteras y a proteger tanto a los conductores como al resto de usuarios de la carretera. En este aspecto, las tres funciones para reducir el número de siniestros entre los camiones son: un estándar nuevo de visión directa y los sistemas que informan del arranque y de los puntos ciegos.
El objetivo es conseguir las cero víctimas mortales y accidentes graves que plantea el proyecto ‘Visión Zero’ de la UE, que calcula que salvará más de 25.000 vidas y evitará al menos 140.000 lesiones graves de aquí a 2038.
¿Qué otras regulaciones comprometen la tarea logística?
Dentro de las regulaciones propuestas para mejorar la calidad del transporte por carretera, la Unión Europea también está trabajando en la implementación de una nueva norma que permitirá la circulación de camiones de 44 toneladas en todos los países miembros. Esta medida busca aumentar la capacidad de la cabina para la organización de la carga y reducir los costes logísticos, una modificación de la directiva que está dentro de la estrategia de Movilidad Sostenible, que persigue la emisión de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, este plan ha sido objeto de debate de diferentes sectores, desde los transportistas hasta los grupos de seguridad vial. Los detractores argumentan que el aumento de la carga puede afectar negativamente la seguridad vial y el medio ambiente, mientras que los defensores aseguran que es necesaria para mejorar la competitividad y eficiencia del sector.
Aunque estas posiciones puedan crear confrontación, la utilización de megacamiones puede tener beneficios importantes en términos de reducción de costes, emisiones o disminución del tráfico en carretera que mejoran las operaciones logísticas para las empresas de transporte.
En suma, la nueva normativa GSR supone un gran avance en términos de seguridad vial para los camiones. Estas medidas contribuirán a reducir los riesgos en las carreteras y a mejorar la protección tanto de los conductores como de los usuarios de las vías, por tanto, los fabricantes de vehículos y las industrias que hacen uso de estos deberán adaptarse a los requisitos nuevos y garantizar su cumplimiento para ofrecer productos más seguros.